Peces Mediterráneos

Anthias ANTHIAS, tres colas (Serránidos)

Uno de los peces mediterráneos de coloración más brillante, el tres colas os­tenta una librea de color clolamen rojizo con matices anaranjados, amarillen­tos y rubí; los adultos presentan tres líneas amarillas en la cabeza, alrededor de los ojos. La aleta dorsal es muy larga y en su parte anterior se halla soste­nida por robustos radios espinosos que terminan en finas prolongaciones fili­formes. Puede alcanzar los 25 centímetros de longitud, pero en el acuario és­ta es más modesta. Se alimenta de crustáceos, gusanos o peces jóvenes de otras especies.

Apogon imberbis, reyezuelo (Apogónidos)


El cuerpo es corto y robusto; característico es su ojo grande con el iris azula­do. La librea es roja o rosada salpicada de numerosos puntos negros. Puede alcanzar los 10-15 centímetros de longitud. Se trata de un pez que puede alegrar notablemente el aspecto de un acuario y que se adapta bien a la vi­da en la pecera siempre que se evite una iluminación demasiado Intensa y se dispongan pequeñas anfractuosidades rocosas en las que el pez pueda re­fugiarse. Es carnívoro y se alimenta de larvas y pequeños crustáceos.

Arothron HISPIOUS, pez GLOBO (Tetraodóntidos)

El cuerpo, que puede Inflarse notablemente si se le molesta, presenta una
coloración variable con rayas y manchas. Sus colores fundamentales son el amarillo, el verde y el rojo. Vive en fondos rocosos de la costa. En el acuario resulta un pez muy interesante y fácil de criar. Carnívoro, se alimenta de mo­luscos ya que es capaz de romperles la concha con sus robustas mandíbu­las dotadas de dientes en forma de escalpelo. 

Balistes carolinensis, pez ballesta (Balístidos)

El cuerpo es ovalado, alto y comprimido, la boca es pequeña y dotada de dientes finos. Su color de fondo es plateado o gris plomo con las mandíbu­las de un amarillo vivo. Se alimenta de calamares o peces, alternados con mejillones enteros y cangrejos. Dada su robustez y sus dimensiones no con­viene criarlo en acuarios inferiores a los 170-200 litros. Soporta bien la com­pañía de sus congéneres pero no debe hacérsele convivir con peces más pequeños.

Blennius gattorugine, cabruza, adusto (Blénidos)

Como todos los Blénidos, esta especie posee una piel sin escamas revestida de una espesa capa de mucosidad. El color de su librea es gris rojizo, pardo o gris verdoso animado por numerosos puntos negruzcos y 6-8 franjas verticales de color pardo sepia. En estado natural la cabruza vive en zonas cos­teras y con escollos, en los prados de posidonias. En cautividad manifiesta
un comportamiento territorial y agresivo y es capaz de devorar a todos aque­llos pececillos que osan invadir su espacio. 

Blennius ocellaris, torillo, vieja (Blénldos)

El cuerpo tiene una conformación típica, con cabeza grande y pectorales an­chos que el pez utiliza para apoyarse en el fondo. Su coloración es rojiza o gris verdosa, con rayas transversales más oscuras y un característico ocelo oscuro bordeado de azul en la aleta dorsal. La especie necesita de un fondo arenoso con conchas, jarrones y piedras. Se nutre de alimentos vivos de to­das clases. Manifiesta un comportamiento muy vivo y territorial, de modo que el número de ejemplares de cría deberá ser propocionado a los territorios que puedan formarse en nuestro acuario.

Boops salpa, salpa (Espárldos)

El cuerpo es de forma elíptica, muy comprimido y robusto. El color de fondo es grisáceo con numerosas rayas amarillentas que recorren horlzontalmente toda la librea. En estado natural la salpa puede alcanzar los 45 centímetros de longitud, pero en el acuario es más pequeña. Es muy activa y constituye una especie interesante en el aspecto acuarístlco. Los jóvenes se alimentan de pequeños crustáceos, mientras que los adultos son herbívoros. El fondo de la pecera debe ser rocoso, rico en posidonias o lechuga de mar (Uva lactuca).

Bothus podas, podas (Bótidos)

El cuerpo es ovalado y aplanado, los ojos están situados en el lado izquierdo, separados por un espacio distinto en los dos sexos (en el macho es mayor que en la hembra) y la boca es relativamente pequeña pero dotada de dien­tes puntiagudos. La coloración va del pardo grisáceo al rojizo con manchas oscuras. En estado natural la especie puede alcanzar los 45 centímetros de longitud, mientras que en el acuario no supera los 20 centímetros. Se alimen­ta de peces e invertebrados y necesita un fondo arenoso bajo el cual se en- tierra para esconderse.

Callionymus lyra, pez lira, primita (Calionímidos)

La forma del cuerpo es muy curiosa: tiene una gran cabeza en la que desta­can unos ojos saltones. El color de fondo es gris oscuro, con numerosas manchas azules o verdosas iridiscentes. Aun no siendo un pez muy vivaz es interesante observarlo debido a su aspecto poco común. Se alimenta de gu­sanos, moluscos y crustáceos que hay que dejarle caer cerca de la cabeza de vez en cuando.

Capros aper, ochavo (Caproideos)

El cuerpo es alto, muy comprimido por los lados, el morro puntiagudo y la boca protráctil. El color cambia ligeramente en ambos sexos: la hembra es rojiza en el dorso y las aletas, más clara en el lomo y rosácea en el vientre; el macho, con la misma coloración de fondo, presenta franjas verticales más oscuras de un rojo oxidado. En el acuario puede alcanzar una longitud máxi­ma de 16 centímetros. Necesita un sustrato arenoso o fangoso, con rocas y vegetación acuática. Se alimenta de crustáceos (copépodos y misidáceos).

Chromis chromis, castañuela (Pomacéntridos)

El cuerpo, ovalado y comprimido, es de color castaño oscuro en los ejempla­res adultos, azul intenso en los jóvenes, con reflejos azul metálico. Los acua­riófilos prefieren criar ejemplares pequeños por su brillante colorido, que ale­gra el ambiente. La especie alcanza como máximo 12-15 centímetros de lon­gitud. En el acuario, donde lo pueden criar hasta los principiantes, acepta to­do tipo de comida animal y pienso en copos. Suelen criarse varios ejempla­res en una misma pecera ya que tienden a formar bancos nutridos en la pro­ximidad de las rocas. 


Coris julis, julia, doncella (Lábridos)

Es una de las especies más vivamente coloreadas del Mediterráneo, con tres franjas que van del verdeazul al rojo, del pardo violáceo al blanco. El cuerpo es alargado y comprimido lateralmente: la cabeza es cónica con una boca pequeña. El macho puede alcanzar 25 centímetros de longitud, la hembra sólo 18. Se alimenta de moluscos, equinodermos, crustáceos y poliquetos. Es un pez indicado para principiantes, pero suele enterrarse en la arena y re­mover el fondo y los guijarros de la decoración. Los jóvenes suelen ser gre­garios, mientras que los adultos tienden a llevar una existencia solitaria. El nombre común de la especie se debe a sus movimientos sinuosos.

Dentex dentex, dentón (Espáridos)

Su nombre deriva de la presencia de grandes dientes en ambas mandíbulas. La coloración es azul plateada con reflejos que van del azul al rosa. El pez pue­de criarse en acuario sólo cuando es joven, ya que de adulto llega a alcanzar el metro de longitud. Se alimenta de peces y moluscos. Conviene criarlo con especies igual de grandes en peceras de al menos 200 litros de capacidad.

Diplodus sargus, sargo (Espáridos)

Tiene una coloración gris plateada con 8-9 franjas transversales oscuras en el lomo, muy evidentes en la fase juvenil. En el pedúnculo caudal se observa una extensa mancha negra. Vive muy a gusto en el acuario siempre que la pecera sea lo suficientemente grande dadas las dimensiones que puede alcanzar (40 cm) y esté decorada con estructuras rocosas ricas en anfractuosidades.

Diplodus vulgaris, mojarra (Espáridos)

Posee una característica franja oscura triangular que interesa la región poste­rior de la cabeza y una banda también oscura en el pedúnculo caudal; la co­loración de fondo es plateada. Es un pez muy vivaz y activo durante las horas diurnas, mientras que de noche tiende a esconderse entre las rocas. Es pre­dominantemente carnívoro pero, dado que en estado natural roe las algas, conviene darle también alimentos de origen vegetal. 

Gobius bucchichi, gobio de bucchich (Góbidos)

El cuerpo es alargado, la cabeza robusta con un morro corto de perfil poco elevado y mejillas abultadas. El color de fondo es arena claro con manchitas oscuras más o menos grandes. Los ojos están atravesados por una caracte­rística mancha oscura que se extiende por el morro formando una especie de antifaz. Puede alcanzar como máximo 10 centímetros de longitud. Prefiere fondos arenosos y fangosos, cercanos a los prados de posidonia. El rasgo que distingue a esta especie es la inmunidad a las células urticantes de la Anemona sulcata, entre cuyos tentáculos suele buscar refugio. 

Gobius cruentatus, gobio de boca roja (Góbidos)

El cuerpo es alargado, poco comprimido por los lados, con cabeza grande y rechoncha y grandes ojos prominentes. La coloración es pardo rojiza con man­chas distribuidas de manera irregular. Su nombre común se debe a sus mejillas vivamente teñidas de rojo. En el acuario la especie puede alcanzar como má­ximo 15 centímetros de longitud. Su dieta debe comprender crustáceos, mo­luscos y peces. Necesita un fondo arenoso o rocoso, rico en posidonia.

Hippocampus hippocampus, caballito de mar (Signátidos)

Se aviene perfectamente a la vida del acuario y resulta muy interesante de observar en todas las fases de su vida. Se distingue de otros caballitos de mar por su rostro corto y rechoncho. La alimentación de los recién nacidos es problemática en el acuario, pero una vez transcurrido el período de «deste­te» se les pueden suministrar artemias, rotíferos y otros crustáceos. Los adul­tos se alimentan de isópodos, anfípodos y alevines. En el acuario se pasan la mayor parte del día anclados*con su cola prensil a los objetos sumergidos, preferentemente gorgonias o plantas robustas. Nada más capturados, los caballitos de mar deben sumergirse en agua fresca, ya que son muy delica­dos y se mueren en pocos minutos fuera del agua o expuestos a temperatu­ras superiores a 25-28 °C.

Lithognathus mormyrus, herrera (Espáridos)

El cuerpo es ovalado y alargado, comprimido lateralmente. El morro es pun­tiagudo con boca carnosa, pero pequeña. La coloración general es gris, más oscura en el dorso, y con reflejos plateados. El lomo está surcado por 14-15 rayas verticales oscuras que se extienden también al dorso. Su longitud al­canza los 55 centímetros en estado natural pero es inferior en cautividad. In­dicada para el acuario, la herrera necesita un fondo arenoso o arenoso-fan- goso y le gusta estacionarse cerca de las plantas de posidonia. Los jóvenes son gregarios, mientras que los adultos tienden a vivir en soledad. Se ali­mentan de invertebrados bentónicos que encuentran excavando en el fondo.

Mugil cephalus, mújol (Mugílidos)

Tiene el cuerpo ahusado y poco comprimido en el lomo; la cabeza es pe­queña con boca terminal. El color de fondo es gris casi negro, con reflejos azulados en el dorso, plata en el lomo y casi blanco en el vientre; las aletas son semitransparentes. Bastante voraz, este pez se alimenta preferentemen­te de artemias, pequeños invertebrados, trocitos de pescado y verdura. Es sociable y pacífico no sólo con sus congéneres, sino también con otras es­pecies. Una curiosidad: el mújol cumple un importante papel de «barrende­ro» pues se dedica a picar en el fondo los restos de comida de otros peces. Si el acuario es grande y alberga muchas especies, no es necesario suminis­trarle comida a él en particular.

Muraena helena, morena (Murénidos)

De aspecto serpentiforme, se mueve con elegancia haciendo ondear ince­santemente su larga aleta, que recorre por entero el cuerpo. La cabeza, pe­queña, está dotada de una boca grande armada de finísimos dientes diri­gidos hacia dentro. La coloración es amarilla amarronada, con manchitas oscuras. Pese a su aspecto feroz, la morena pasa buena parte de su tiempo escondida en su madriguera, de la cual sólo saca la cabeza. Conviene sin embargo recordar que es un animal voraz que se vuelve agresivo si lo provo­can en su territorio. Puede alcanzar el metro de longitud, por lo que necesita una pecera grande, que le ofrezca rocas y guijarros donde esconderse. Acepta tiritas de pescado y carne, alternadas con algún pececillo vivo.

Oblada melanura, oblada (Espáridos)


El cuerpo es alargado y esbelto. La coloración es gris plateada, más oscura en el dorso y más clara en los laterales. En el pedúnculo caudal destaca una característica mancha negra en forma de silla de montar. Puede alcanzar los 30 centímetros de longitud. Se alimenta de animales (crustáceos y moluscos) y de vegetales frescos, que hay que suministrarle de vez en cuando. Vive bien en el acuario, pero su librea resulta poco llamativa.

Pagellus centrodontus, gorazo (Espáridos)

Tiene los ojos muy grandes y el cuerpo ovalado, bastante comprimido en el lomo; el morro es corto y la librea es grisácea con reflejos rosados y una mancha negra situada detrás de los opérculos. Es un pez carnívoro que se adapta perfectamente a la vida en cautividad, sobre todo si es capturado joven. Necesita un fondo arenoso con muchas plantas. Los ejemplares más indicados para la cría son los que no superan los 15 centímetros de longitud.

Pagellus erythrinus, pagel (Espáridos)

Sus vivos colores hacen de esta especie una de las más atractivas del acua­rio marino mediterráneo. En los adultos el lomo es de color rosa plateado, mientras que el dorso y el borde superior del opérculo son de color más vivo. En los jóvenes pueden observarse bandas verticales. En el acuario el pez no supera los 15-25 centímetros de longitud y, si bien es delicado, se adapta a vivir en cautividad a condición de ser capturado joven y ser criado con los debidos cuidados. Necesita absolutamente de agua limpia con temperaturas no superiores a los 20-22 °C.

Scorpaena porcus, rascacio (Escorpénidos)

El cuerpo es robusto, la cabeza es grande y dotada de grandes ojos. La co­loración, tanto del cuerpo como de las aletas, es pardo negruzca con áreas más claras irregularmente distribuidas. Es un pez carnívoro, muy voraz pero bastante perezoso: captura a las presas explotando sus dotes miméticas. En el acuario puede ser alimentado con cualquier clase de comida siempre que sea de origen animal y cortada en pequeños trozos. Hay que tener mucho cuidado al manejarlo: sus pinchazos provocan hinchazones y dolores muy agudos. 

SCYLIORHINUS STELLARIS, ALITÁN (Esciliorrínidos)

El color del dorso es grisáceo-rojizo o gris ceniza con manchitas pardas re­dondeadas. Este pequeño escualo puede alcanzar los 75 centímetros de longitud, por lo que necesita una pecera que sea por lo menos tres veces más larga que él. Se alimenta de peces, moluscos e invertebrados marinos. Se adapta bien a la vida en cautividad y tiene costumbres nocturnas. El agua se mantendrá a una temperatura comprendida entre 15 y 25 °C.

Serranus hepatus, merillo (Serránidos)

El cuerpo, ovalado y rechoncho, presenta una coloración pardo amarillenta con cinco bandas verticales oscuras. En el acuario la especie no supera los 13 centímetros de longitud y se adapta fácilmente a la vida en cautividad. Es carnívora y territorial con sus congéneres. Es importante no sobrealimentarla ya que podría padecer de engrasamientos de los órganos internos que le acortarían la vida. Si se cría en condiciones ideales puede llegar a vivir en el acuario más de siete años.

Spondyuosoma cantharus, chopa (Espáridos)

La cabeza es arqueada, la librea de los adultos es gris azul con estrías y re­flejos horizontales. Los jóvenes presentan una coloración que va del gris al amarillo. En el acuario este pez no supera los 15-20 centímetros de longitud. Se alimenta sobre todo de crustáceos y moluscos. Es fácil de criar, incluso por principiantes, y puede repsoducirse en cautividad sin que el acuarlófílo deba tomar ninguna precaución especial.

Symphodus mediterraneus, macho (Lábridos)

La coloración del cuerpo varía con relación a la edad, al sexo y al ambiente. El color de fondo del macho es pardo con manchas azuladas, mientras que

en la hembra es gris pardo, con la parte superior de la cabeza de color ama­rillo. El tordo se encuentra a gusto en peceras con mucha vegetación y se ali­menta de moluscos, equinodermos, pollquetos, brlozoos y crustáceos. Como máximo alcanza 15 centímetros de longitud.

Symphodus ocellatus, tordo (Lábridos)

La librea es muy variable: los colores fundamentales son el verde y el pardo rojizo con reflejos metálicos. Tiene dos ocelos, uno en el ángulo posterior del preopérculo, el otro en el pedúnculo caudal. Puede alcanzar una longitud máxima de 13 centímetros. Se le considera un pez para principiantes dada su capacidad de adaptación al acuario en el cual, si se le cría con alimentos vivos y frescos, puede vivir largo tiempo. Se alimenta de pollquetos, crustá­ceos, brlozoos y moluscos.

Thalassoma pavo, labro pavo real (Lábridos)

Tanto su nombre científico como el vulgar se basan en sus colores deslum­brantes; la librea es muy variable, pero podemos centrarnos en tres tipos principales, el T. tunare, el T. lutescens y el T. pavo. La segunda variedad puede alcanzar un máximo de 10-12 centímetros de longitud, mientras que la tercera llega a los 20 centímetros. En el acuario la especie puede ser nutrida con alimentos marinos triturados. Necesita agua limpia, bien oxigenada y no demasiado caliente, y un fondo con arena en la que descansar por la noche.

Uranoscopus scaber, rata (Uranoscópidos)

Este pez puede atraer la atención del acuariófilo no tanto por su coloración, pardusca y poco llamativa, como por su curiosa forma y sus hábitos de caza. En estado natural pasa la mayor parte de su tiempo enterrado, pero en acua­rios de fondo duro, pese a que no se siente tan cómodo, resulta fácil obser­varlo. Es carnívoro sin especiales exigencias y se alimenta de peces, crustá­ceos, poliquetos, etcétera. 

Zeus faber, pez de san Pedro (Zeidos)

Se encuentra a todo lo largo de nuestras costas, pero donde está más difundido es en el mar Adriático. El cuerpo es alto, muy comprimido lateralmente. La boca, muy incisa, es enorme y protráctil. El color de base es verde oliva o grisáceo con reflejos plateados o amarillentos. En el centro de cada lado se aprecia claramente una mancha redondeada negra, bordeada de claro. En estado natural este pez puede alcanzar los 60 centímetros de longitud, pero en cautividad es más pequeño. Necesita un fondo arenoso, fangoso o roco­so con abundante vegetación. Es voraz y se alimenta primordialmente de pe­ces o moluscos, que aspira con extremada rapidez.





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